sábado, 7 de noviembre de 2020

Motor


Me domina una costumbre. La de mirarte. 

No puedo dejar de hacerlo. Observarte desborda mi conciencia e inunda de armonía mi corazón. 


Mirarte ha sido la clave. 


Desde el vestido verde y la falda de mezclilla en la redacción, hasta el agua caliente cayendo sobre tu cuerpo esta mañana, mirarte ha sido el elemento que me enlaza a ti. El motor de mis anhelos. 


Atisbar tus movimientos, detenerme en tu cabello, saborear la ternura de tu rostro, y no perder ni un segundo sin tu imagen, se han vuelto una costumbre. 


…Contemplarte. 


Mis ojos se saturan de pasión. 







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Te quiero de arriba a abajo, de un lado a otro. De tu corazón al mío.