Es cierto, han pasado 23 años desde que nuestras miradas se cruzaron.
Y han sucedido todo tipo de tropelías. Los viajes hacia las profundidades del alma, las aventuras siempre juntos, los buenos y los malos momentos.
Buenaventuras y avatares.
Se acaba el año de la pandemia, ese que trastocó nuestros destinos.
Lo agradezco. Es, no tengo duda, la mejor época de mi vida.
Si encontrarte fue una fortuna inesperada, años después besar la comisura de tus labios, hacer mía tu boca, reencontrar nuestros anhelos, refresca mis deseos por adorarte. El paso del tiempo nos hace invencibles.
Me encadené desde el primer momento en que te vi y dos décadas después mi corazón palpita emocionado por tu amor.
Este inolvidable 2020 nos trajo de regreso. Y no existe situación en el mundo que me haga más feliz. Comienza un nuevo ciclo y, tenlo por seguro, nada frenará mi pasión por ti.
Cuidado. En esta casa estamos enamorados.
Y nadie lo puede detener.
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